
Después de lavar en un lavavajillas especial, el abrillantador permanece en los platos. Esto interrumpe el sistema de defensa natural de los intestinos y puede conducir al desarrollo de enfermedades crónicas, explican los investigadores en Cooperación con la Institución asociada de UZH, el Instituto Suizo de Alergia y Asma. ZÚRICH, 1 de diciembre de 2022 /PRNewswire/ — Ya sea en un restaurante, una escuela o un cuartel militar, los lavavajillas comerciales mantienen los platos, las tazas y los cubiertos limpios y secos en minutos. Sin embargo, estos dispositivos fáciles de usar también presentan riesgos, como descubrieron recientemente los investigadores del Instituto Suizo de Alergia y Asma (SIAF), una institución asociada de la Universidad de Zúrich (UZH). Un ingrediente que se encuentra en los productos de lavandería comerciales tiene un efecto tóxico en el sistema digestivo.
RESISTENCIA QUÍMICA SOLO EN DISCOS LIMPIOS
Un ciclo de lavavajillas comercial típico implica la circulación de agua caliente y detergente a alta presión durante 60 segundos. Luego ejecute otro ciclo de lavado y secado de 60 segundos con agua y suavizante de telas. “Es particularmente preocupante que muchos electrodomésticos no tengan ciclos de lavado adicionales”, dice Sesme Akdis, profesor de alergia e inmunología experimental en la UZH y director de SIAF, quien dirigió el estudio. Agregue para eliminar cualquier liquido lava platos. Informé que estas sustancias potencialmente dañinas se dejaron en los platos y se dejaron secar en su lugar. Este residuo químico seco puede llegar fácilmente a su sistema digestivo la próxima vez que use los platos. Esto inspiró al equipo de Akdis a investigar los efectos de los detergentes comerciales y los ingredientes suavizantes de telas en la barrera epitelial intestinal, la mucosa intestinal y el control de las sustancias que ingresan al cuerpo. Los defectos en esta barrera se han relacionado con enfermedades como alergias alimentarias, gastritis, diabetes, obesidad, cirrosis hepática, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, trastornos del espectro autista, depresión, resfriados crónicos y enfermedad de Alzheimer.
Como resultado, altas dosis de abrillantador dañaron las células epiteliales intestinales, mientras que dosis bajas las hicieron más permeables. Los investigadores también observaron cómo la activación de ciertos genes y proteínas de señalización celular conduce a una respuesta inflamatoria. Un análisis posterior reveló que el alcohol etoxilado, un componente del detergente, era el responsable de la reacción. Según Akdis, estos resultados tienen implicaciones significativas para la salud pública. “Los efectos que descubrimos podrían conducir a la destrucción de las células epiteliales intestinales y contribuir al desarrollo de varias enfermedades crónicas”, dijo. Akdis pidió una respuesta inmediata: “Es importante que el público sea consciente de estos peligros, ya que los etoxilatos de alcohol parecen usarse comúnmente en lavavajillas comerciales”.